Premio Waznei 2024 – Mejor Juego del Año: UFO 50

Por fin se conoce cuál es, oficial y objetivamente, el Mejor Videojuego de 2024, el ganador del Premio Waznei. Puedo decir que esta ha sido la edición del premio más difícil de fallar, y hasta el último momento hubo dudas entre Zelda y Lorelei, que hubieran sido también dignas ganadoras del galardón. Pero finalmente, el honor le corresponde a UFO 50.

Es muy difícil hablar de UFO 50 como juego porque, como indicaba en las nominaciones, se trata en realidad de 50 juegos diferentes. La mera propuesta es extravagante por lo ambicioso. Resulta evidente además que la variedad y la diversidad de los juegos fue un criterio prioritario para su diseño. No hay aquí juegos repetidos ni secuelas “incrementales”; incluso en los juegos que son continuación de otros hay cambios de mecánica e incluso de género. En UFO 50 hay de todo: plataformas, estrategia por turnos, estrategia en tiempo real, puzles, carreras, deportes, matamarcianos, pinball, rpg, jrpg, dungeon crawler, aventura gráfica, metroidvania, deckbuilder, tower defense, hostias en la calle, run&gun, idle game… y otros que ni siquiera sabría nombrar. No solo hay una variedad extravagante, sino que casi cada juego incorpora algún tipo de vuelta de tuerca o idea nueva sobre un género conocido. Como ejercicio de diseño, UFO 50 es una exhibición de músculo apabullante.

Aún así, reconozco que este es seguramente un ganador extraño, y he tenido muchas dudas sobre si es el tipo de juego que realmente está al nivel de los WAAWs. He llegado a plantearme si no sería mejor considerar los 50 juegos como participantes por separado, porque al fin y al cabo hay algunos que no me gustan nada. Pero sería una locura y además sería bastante arbitrario. Muchos de estos juegos, al fin y al cabo, no están concebidos para existir sin el resto de juegos que los rodean. Hay un poco de “efecto cheerleader” también, porque posiblemente la lista de juegos conjunta parece mucho más espectacular que si uno se para a analizarlos por separado. Uno podría decir, poniéndonos críticos, que en realidad solo una docena o así de los 50 juegos son verdaderamente buenos, y luego hay otro puñado de juegos “normales” y otros cuantos que, ejem. Visto con inquina, Mooncat podría ser perfectamente un troleo al jugador que solo está en la lista para redondear a 50.

Pero por otro lado, tampoco tiene mucho sentido sacar de la ecuación ese “efecto cheerleader” cuando es evidente que la propuesta de UFO 50 se diseñó con eso en mente. Y la realidad es que incluso los juegos de menor calado tienen algo que los hace memorables de alguna manera, o sirven como experimento de algo nunca visto, o pueden ser materia de debate. Visto con cariño, Mooncat es un guiño a una época en la que los sistemas de control no estaban estandarizados ni se había llegado a ningún consenso siquiera en cuanto a la forma que debe tener un pad. Los que jugamos en aquella época sabemos que en una auténtica recopilación tiene que haber algo así.

También me pasó por la cabeza la idea de hacer una pequeña reseña de cada juego. Afortunadamente, la abandoné enseguida. No he jugado a la mayoría de juegos ni la mitad de lo que querría, y la mitad de lo que querría es menos de la mitad de lo que la mitad de ellos merece. Pensándolo fríamente, uno a uno quizá no encuentre ninguno al que le hubiese dado el WAAW. Pero todos juntos, pintan un retrato asombrosamente fidedigno de un momento en la historia de los videojuegos, entre mediados y finales de los ochenta, en el que muchos nos enamoramos del medio. Y consigue hacerlo sin recurrir a la nostalgia gratuita ni al píxel por el píxel, sino apoyándose en lo mismo que todos los grandes juegos de cualquier época: mecánicas divertidas, interesantes, novedosas. Como símbolo de lo que los videojuegos, en general, pueden llegar a ser, y como alegato elocuente en favor de las mecánicas jugables como forma de expresión artística, UFO 50 bien se merece ser llamado El Mejor Videojuego de 2024.

Premio Waznei 2024: Participantes y Finalistas

Este 2024 está siendo un año relativamente atípico y un tanto accidentado, con todo el tema del cambio de web y tal, pero el Premio Waznei no va a faltar a su cita. Tras arduas deliberaciones, el jurado ha conseguido reducir la lista de participantes a unos pocos finalistas. Creo que este ha sido el año más difícil hasta ahora, y en el momento en que escribo estas líneas, no tengo ni la más remota idea de cuál va a ser el ganador final, que es algo que no ocurría desde hace unas cuantas ediciones. Pero antes, un pequeño resumen de mi año videojueguil. Recordemos: participan todos los juegos que haya jugado por primera vez entre diciembre del año anterior y noviembre del presente.

De nuevo, ha sido un año de mucho rejugar a juegos ya conocidos. El inicio estuvo marcado por mi adquisición de una MVSX en las pasadas navidades, una concesión a la nostalgia noventera con la que espero cerrar el círculo de las miniconsolas de manera definitiva. En contra de los pronósticos más agoreros, sigo echando partidas de vez en cuando y estoy encantadísimo con ella. Como es lógico, no veréis aquí mucho comentario al respecto, pues la gran mayoría de juegos que incluye son clásicos de SNK a los que ya he jugado quién sabe cuántas horas. Ha sido genial volver a refrescar juegos a los que saqué humo en emuladores allá por la época del cambio de siglo, sobre todo al Last Blade, al que tengo un cariño especial. Ya hablé aquí de mi experiencia con los juegos de lucha 1vs1, y aunque yo siempre he sido más de Capcom y de Street Fighter, siempre he admirado la saga King of Fighters, y recuerdo que el zoom exagerado del Art of Fighting original me fascinaba por completo. Había un bar donde tenían la recreativa y pasé buenas tardes con amigos allí, metiendo monedas o viendo jugar a otros. Si en aquel entonces me hubieran dicho que iba a tener una recreativa con todos esos juegos en mi salón, pensaría que soy un triunfador en la vida. Ojo, que no estamos tan mal.

Y aún así, hay juegos en la MVSX que de alguna manera se me pasaron por alto durante el auge de MAME… y por eso figuran en la lista de candidatos ahí abajo, incluso con un flamante finalista del lejano 1997. Había oído hablar de los Sengoku, desde luego, y creía tener una idea clara de cómo eran. En resumen, ocupaban en NeoGeo el espacio que en Sega ocuparía Streets of Rage o en Capcom ocupaba Final Fight. Pero nunca los había probado… y mis ideas previas se vinieron abajo enseguida, porque aunque es verdad que ocupan “ese espacio”, los tres son juegos muy extraños. Francamente, no puedo decir que me hayan gustado mucho. Savage Reign (1995) es un curioso eslabón perdido en la evolución de los juegos 1vs1 que acredita la capacidad productiva de la época dorada de SNK, que iteraba a un gran ritmo probando siempre alguna idea un poco diferente. No es mal juego, pero me gustó mucho, mucho más su continuación, Kizuna Encounter: Super Tag Battle (1996), un juego que solo conocía de oídas y que sé a ciencia cierta que me hubiera vuelto loco si lo hubiese pillado en su momento. Sigue siendo un juego estupendo, pero lo cierto es que no lo exprimí mucho porque estuve jugando casi todo el rato a los otros que ya conocía. Quizá en 2025, quién sabe. Por último, tengo que mencionar otro juego que, sin ser participante, pues ya había jugado a su versión de Dreamcast allá por 2004, fue un redescubrimiento: Garou: Mark of the Wolves (1999) no me impresionó mucho cuando lo jugué por primera vez, y no me explico muy bien por qué, porque es un juego excelente. Creo que en aquella época, en materia de lucha 1vs1, solo tenía ojos para Capcom VS SNK 2, que fue mi favorito absoluto durante muchos años. La MVSX me ha valido la pena aunque solo sea para hacerle justicia a ese clásico indiscutible. Ahora ya puedo esperar con interés City of the Wolves, la continuación recientemente anunciada para 2025.

Balatro (2024) hizo mucho ruido este año en la escena indie, y con razón. Es una curiosa mezcla de póker y roguelike cuyo único defecto, para mí, es su temática. Nunca me gustó el póker, y el tono de casino enfermizo que transmite el juego me parece demasiado acertado. En materia de roguelikes, el gran éxito de este año es Shogun Showdown (2024), un arcade táctico por turnos (sí, lo sé) con reminiscencias de juego de mesa y un pequeño toque Slay the Spire. Y en materia de juegos tácticos por turnos, el otro grande ha sido Tactical Breach Wizards (2024), este menos roguelike y más xcomlike, si es que existe esa palabra. Los dos son juegos excelentes que se quedaron a un pelín de colocarse entre los finalistas. También cerca de la final ha rondado Shadows of Doubt (2024), un juego de investigación con una premisa tan original como ambiciosa: ser un detective privado en una ciudad cyberpunk que el juego genera de manera semialeatoria para cada partida. El juego crea la ciudad, sus habitantes, sus negocios… y sus crímenes y las pistas correspondientes, y luego nos suelta en ella para que investiguemos. Aunque tiene un puntillo abrumador y ciertas trazas de prototipo que necesitan más pulido, señala el camino hacia un posible futuro del género.

Sin más preámbulo, conozcamos a los finalistas del Premio Waznei 2024:

Football Manager 2024 (2023)

Football Manager siempre vuelve. Esta vez en su forma final y, de momento, definitiva: es la primera vez en unos 20 años que FM falta a su cita anual. Para encontrar algo parecido a lo que está pasando con FM2025, que se ha retrasado a marzo de 2025, hay que remontarse a Championship Manager 4 (2003), cuando se incorporó el motor 2D de visualización de partidos. Hasta entonces, el juego era solo texto. Por improbable que sea, todo el mundo espera el año que viene un cambio de paradigma similar en Football Manager 2025, pero eso está por ver. Hasta entonces, Football Manager 2024 recoge la evolución de estos últimos 20 años en un juego que se homenajea a sí mismo corrigiendo problemas históricos que lastraban a la saga desde siempre, al tiempo que mantiene la esencia y la adicción características de la serie. Con el único defecto de ser, en mi opinión, una versión demasiado fácil, Football Manager 2024 es el mejor en su género.

Shock Troopers (1997)

No consigo entender cómo se me ha podido pasar por alto este pedazo de juego. Me parece increíble que no me haya tropezado con esto en ningún salón recreativo, en ninguna sesión de probar emuladores, en ninguna tarde de juegos coop de las muchísimas que he vivido desde 1997. Un arcade puro de los que ya no se hacen de una época en la que ya no se hacían, Shock Troopers es directo, divertido, variado, el mejor twin stick shooter sin siquiera jugarse con twin sticks. Como los grandes clásicos, tiene un sistema de control muy sencillo pero que deja mucho margen de perfeccionamiento, y ofrece muchísimas horas de juego gracias a la elección de niveles, los diferentes personajes y a una dificultad que sin duda se comió un montón de monedas de muchísima gente en su versión de recreativa. ¿Puede un juego de 1997 ser lo mejor de 2024? Claro que sí.

Wartales (2023)

Wartales podría perfectamente llamarse Sid Meier´´´ s Mercenaries!, y digo esto como un gran elogio. Por mucho que en entrevistas o en Wikipedia digan que los autores buscaban recrear las sensaciones de un Skyrim (2011) cuando te sales de la misión principal, para mí resulta evidente que los franceses de Shiro Games se han fijado mucho en el clásico Sid Meier´ s Pirates! (1987/2004) de Firaxis… pero entiendo que para el mercado, la referencia a Skyrim será mucho más jugosa. Aunque se venden como un rpg táctico de mundo abierto, lo cierto es que Wartales, al igual que Pirates!, es más bien un sandbox sin ningún interés en etiquetarse en un género concreto. Personajes aleatorios, muchas clases de personaje, combate táctico por turnos con cierta enjundia, gestión de recursos, crafting, y un toque de narrativa emergente forman un cóctel delicioso en el que, paradójicamente, se echa en falta un hilo conductor que cohesione todas las misiones opcionales a nuestra disposición… en definitiva, una misión principal. Pero, ¿quién necesita una misión principal para pasarlo bien? Wartales, desde luego, no.

Lorelei and the Laser Eyes (2024)

Es muy difícil decir algo de LatLE que pueda captar lo extraño e inquietante de la ambientación y a la vez hacer justicia a lo hábil de su metanarrativa de historias superpuestas. En lo mecánico y en lo esencial es un juego de puzles, una sucesión implacable de un acertijo tras otro que da lugar a otro y a otro y a otro, con una variedad sorprendente y en apariencia inagotable. Cada pequeño misterio resuelto nos lleva a otro misterio mayor, y lo que parece una historia truculenta sobre un director de cine extravagante se va convirtiendo en algo más retorcido y demencial según el juego va girando hacia el horror psicológico y psicodélico de su tramo final. LatLE sabe qué juego quiere ser, y aunque es definitivamente extraño, también es de los mejores de 2024. ¿Quizá el mejor?

UFO 50 (2024)

Concebido como una recopilación de éxitos de un famoso estudio de videojuegos de los 80 que  jamás existió, UFO 50 es una exhibición de creatividad en diseño de mecánicas que apabulla de muchas maneras. Apela a la nostalgia por una época pasada que quizá nunca existió como la recordamos, pero lo hace de una manera muy elegante que no se queda en el píxel gordo sino que es mucho más sutil. Los juegos de UFO 50 se sienten antiguos, no solo por su aspecto gráfico, sino por una sensibilidad de diseño que recrea una era en la que las bases del medio no estaban todavía asentadas. Al mismo tiempo, se sienten modernos: son juegos que nunca habías visto, con unas ideas básicas totalmente novedosas (en algunos casos), o que mezclan de manera inesperada conceptos bien conocidos (en otros). No todos me han gustado, y algunos incluso me causan cierto rechazo (el sistema de control aberrante de Mooncat es difícil de aceptar). Pero estoy seguro que la lista de favoritos de cada persona va a ser diferente, y la idea de incluir 50 juegos no es ningún gimmick: todos ellos se sostienen por sí mismos y algunos de ellos son fracamente buenos. Mortol podría ser un finalista del WAAW por sí solo. ¿Cómo no lo va a ser UFO 50?

Metaphor: ReFantazio (2024)

Quizá os sorprenda ver como finalista a un JRPG después de todo lo que dije sobre ellos hace poco. Metaphor: ReFantazio no solo es un JRPG puro, sino que además tiene todos los defectos odiosos que desprecio en ellos. Y, sin embargo, me lo he pasado de maravilla con él durante más de 80 horas, con sus picos de dificultad ridículos y todo. Aunque no me parece que se merezca ninguno de los elogios que ha recibido en algunos medios por su historia madura sobre la opresión de los pueblos (su mensaje político es bastante pueril), no puedo negar que este juego es mucho más que la suma de sus partes. Que, pese a todo, es compulsivamente divertido.

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom (2023)

¿Qué más queda por decir de Z:TotK? Después de la rompedora obra maestra que fue su antecesor, Legend of Zelda: Breath of the Wild (2017), y que por cierto ya estuvo a punto de llevarse el Premio Waznei en 2018, Nintendo le da una vuelta de tuerca al mismo concepto incorporando nuevos poderes con los que interactuar con el entorno, siendo aquí la estrella la Ultramano, que lleva el concepto de crafting a extremos nunca vistos y que convierte el juego en una especie de inmersive sim de primera categoría. De nuevo, Nintendo demuestra que no necesita un hardware puntero para ofrecer experiencias de vanguardia.

Uno de estos será oficial y objetivamente El Mejor Videojuego de 2024. ¡Pero había más participantes! A continuación, la lista completa, por orden de juego:

Football Manager 2024 (2023)

Castlevania: Circle of the Moon (2001)

Cities: Skylines 2 (2023)

Sengoku (1991)

Sengoku 2 (1993)

Sengoku 3 (2001)

Shock Troopers (1997)

Savage Reign (1995)

Hexarchy (2023)

Kizuna Encounter: Super Tag Battle (1996)

Real Bout: Fatal Fury (1995)

Chants of Sennaar (2023)

Balatro (2023)

Geneforge 2: Infestation (2003/2024)

Turbo Overkill (2023)

Against The Storm (2023)

Blasphemous (2019)

Wartales (2023)

Hi-fi Rush (2023)

Lorelei and the Laser Eyes (2024)

Skald: Against the Black Priory (2024)

Forza Horizon 5 (2021)

El Paso, Elsewhere (2023)

Ape Out (2019)

Clickolding (2024)

Moonring*

Tactical Breach Wizards (2024)

Roadwarden (2022)

Shogun Showdown (2024)

20 Small Mazes (2024)

Lumines Remastered (2018)

Shadows of Doubt (2024)

UFO 50 (2024)

Metaphor: ReFantazio (2024)

The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom (2023)

*en early access