Premio Waznei 2019 – Mejor Juego del Año: Disco Elysium

Ha llegado el momento de poner fin a la intriga y desvelar,
por fin, cuál es el mejor juego de 2019. El honor le corresponde a DISCO
ELYSIUM
, del estudio estonio ZA/UM.

 Disco Elysium - Videojuego (PC) - Vandal
¿Por qué es Disco Elysium el mejor juego de año?, me podéis
preguntar. Bueno, ya apunté algunas razones en mi ensayo en tres partes sobre la
evolución de las aventuras gráficas. Disco Elysium es un rpg ante todo, que se
inspira en los rpg clásicos de pc, especialmente en los de la rama del motor
Infinite (los Baldur´s Gate, para entendernos), de quienes toma la perspectiva
y la base de la interfaz. En lugar de situar la acción en un entorno medieval-fantástico
de espada y brujería, ZA/UM proponen una temática de género negro en un mundo
retrofuturista que podríamos describir como unos años 70 de ciencia ficción concebida
en los años 30, una especie de steampunk pero sin máquinas de vapor
decimonónicas, una especie de cyberpunk pero sin internet ni implantes
cibernéticos. Algo, en definitiva, pocas veces visto.
Hay un esfuerzo evidente en la creación del mundo, en la
ambientación, en el peso de la historia del lugar que recorremos, que el juego
consigue transmitir con bastante habilidad, pese a tratarse, en esencia, de
grandes ladrillos de texto. Y lo consigue porque nunca nos obliga a tragarnos
nada; toda la información accesoria de la ambientación está ahí si te interesa,
pero también puedes ignorarla… si es que te lo permite tu puntuación en Enciclopedia,
claro.
Porque  aquí nos
topamos con una de las cosas que hacen verdaderamente especial a Disco Elysium,
y es su sistema de habilidades. En el juego interpretamos al detective
decadente arquetípico que se despierta después de una fiesta autodestructiva llena
de drogas en un estado de total amnesia. Este cliché tan manido sirve para empezar
de cero con el personaje que queramos, distribuyendo puntos en las habilidades que
más nos apetezca (o adoptando uno de los perfiles preconfigurados) y teniendo
una introducción progresiva al mundo de juego, evitando el típico problema de
los rpgs en los que el jugador ignora por completo datos básicos del mundo que
el personaje debería conocer. Pero al contrario de lo que ocurre en el típico rpg,
las habilidades que elegimos realmente determinan la manera en que vamos a
jugar con nuestro personaje.
Disco Elysium, análisis: review con precio y experiencia de juego para PC
Lo que en videojuegos se ha venido llamando rpg no tiene
realmente mucho que ver con los juegos de rol “de mesa y papel”, por razones
evidentes. La ausencia de interacción con otros humanos coloca a los
videojuegos en total desventaja a la hora de plantear alternativas jugables
personalizadas. La elección de habilidades o clases derivó hacia un estilo de
juego más esquematizado; sobre todo con combate táctico, en el mejor de los
casos, o directamente incluyendo habilidades completamente inútiles o útiles
solo en circunstancias muy excepcionales, en el peor. Lo que Disco Elysium
consigue es traer al videojuego la idea de interpretar al personaje, algo que
los rpg electrónicos no suelen permitir fuera de las elecciones de diálogo
predefinidas en un árbol de conversación.
Y una de las principales manera en que lo consigue, como
decía, es con el sistema de habilidades. Lo que han hecho en ZA/UM es atribuir
a cada habilidad una personalidad propia. Según lo alta que sea esta habilidad
en relación a los demás, intervendrá cada vez más en la acción, haciendo
observaciones, proponiendo alternativas, iniciando conversaciones con nosotros
mismos. Cada una de las 24 habilidades de Disco Elysium, que son bastante
peculiares por cierto, tiene su propia voz, y cada una tiene su propia
utilidad. Un chequeo de Encyclopedia, por ejemplo, sirve para conocer determinadas
cosas sobre el mundo, pero si la tenemos alta, nos bombardeará con datos
minuciosos sobre cada detalle que nos encontremos, como haría un compañero sabiondo
y estirado, más pelma y más hostiable cuanto más alta la tengamos. Un chequeo
de Autorithy nos puede permitir imponernos sobre algún otro pnj, ya sea ganando
una discusión o intimidándolo; pero tenerla alta es como compartir el cerebro
con un militar fascista obsesionado con la cadena de mando y que no deja pasar
ninguna falta de respeto. En determinado momento, las habilidades empiezan a meterse
en tus conversaciones y a influenciar tus actos directamente, pero en lugar de ser
algo frustrante, descubres que te llevan a sitios que no solo están
justificados narrativamente, sino que son muy divertidos. Jugar con un personaje
frío y analítico a lo Sherlock Holmes es muy diferente a jugar con un duro zoquete
musculoso, y pocos juegos logran marcar esta diferencia de una manera tan clara
y eficaz.
El otro elemento llamativo en las posibilidades de
personalización del personaje de Disco Elysium son las ideas, el así llamado Thought
Cabinet, una especie de “inventario de pensamientos” donde podemos colocar las
ideas que van surgiendo de la interacción entre habilidades, pnjs,
circunstancias de la partida y nuestras propias elecciones. Las ideas que
elegimos interiorizar pasan a formar parte del personaje, otorgando bonos,
ventajas o nuevas opciones de conversación de diversas maneras… y siendo a
menudo muy divertidas o, por lo menos, útiles para perfilar la idea del
personaje de una manera tangible. ¿Queremos interpretar a un comunista revolucionario
dispuesto a iniciar un levantamiento obrero? Es posible. ¿A un drogadicto
nihilista cuyo único interés es bailar? Pues claro. Cada una de estas
opciones abre otras opciones, y tienen influencia en las relaciones con el
resto de personajes de una manera dinámica que realmente hace pensar que la
partida que estás jugando es únicamente tuya.
Entrevista Disco Elysium - No quiero volver a ser este animal
Por lo demás, el desarrollo del juego es bastante sencillo y
se basa principalmente en la elección de opciones de conversación, ya que no
existen en el juego partes de acción tradicional, sino que toda interacción
está confinada en exposiciones de texto salpicadas de pruebas de habilidad y
elecciones a lo “elige tu propia aventura”. Pero los valores de producción son
elevados, el estilo visual es potente, y la parte artística tiene mucha
personalidad: la banda sonora es estupenda, destacando un par de melodías
pegadizas y un número musical entrañable en el karaoke, y los textos están al nivel
de lo mejor que se puede encontrar en videojuegos, con personajes muy bien
escritos en estilos claramente diferenciados.
No es un juego exento de defectos, y hay que decir que la parte
final adolece de cierta estrechez de opciones, con un final poco
satisfactorio que se nota bastante apresurado. La sensación que da es que en
algún momento alguien dijo “uy, que se nos hace tarde, esto hay que terminarlo
ya” y le pusieron un final un tanto abrupto que, además, rompe una regla
importante de las buenas historias de detectives, y que no quiero revelar aquí
por no hacer un spoiler innecesario. Dejémoslo en que la parte final del juego
no me parece que esté a la altura del resto.
Pese a ello, por las opciones de interpretación que facilita,
por los derroteros delirantes que puede tomar, por el aire fresco que trae al
género del rpg y por la auténtica originalidad de su sistema de habilidades y
de “inventario mental”, Disco Elysium se merece ser reconocido como el mejor
juego de 2019.

Menciones Especiales 2019: Juego Más Relajante

Vamos a empezar el repaso a mi 2019 videojueguil hablando
del juego más relante del año: TAMETSI
Tan sobrio que es casi feo
Si el Premio Waznei se hubiera entregado cuando Matthew
Brown lanzó su Hexcells Infinite en 2014, sin duda se hubiera llevado, como
mínimo, una mención especial. La serie Hexcells, que consta de tres entregas y
de la cual Hexcells Infinite es el culmen definitivo, la integran unos juegos
que recuerdan a un pasatiempo de periódico, siendo su referencia videojueguil
más cercana el conocido y denostado Buscaminas.
En realidad, sería muy fácil describir Hexcells Infinite como
un Buscaminas con hexágonos, y aunque cualquiera que conozca ese juego se hará inmediatamente
una idea muy precisa de su funcionamiento, lo más seguro es que también se
llevase una idea muy equivocada de su calidad y su capacidad de entretener. Efectivamente,
la finalidad de un Hexcells es identificar las celdas que contienen una “bomba”,
o mejor dicho, revelar todas las celdas que no contengan una de las prohibidas.
Para ello, debemos emplear la lógica para deducir qué celdas son revelables y
cuáles no, en base a la información que nos facilita cada celda revelada,
habitualmente mediante un número que señala la cantidad de celdas prohibidas
adyacentes. O, dicho más rápido: como en el Buscaminas.
Elegante, bonito, relajante
Donde se separa del Buscaminas es en el hecho de que en
Hexcells siempre es posible deducir con lógica qué celdas podemos revelar, sin
caer en ningún momento en una elección al azar ni en ningún cálculo de
probabilidades. Además, cada puzle propuesto está diseñado “a mano” por el
autor, no realizados aleatoriamente por una IA (aunque Hexcells Infinite
tiene un motor opcional de generación aleatoria de puzles), lo cual permite que
cada uno de ellos presente un desafío intelectual diferente, por sus propias
razones. Para terminar, la presentación y banda sonora del juego realzan su
capacidad relajante, donde la tenue música de fondo se ve puntuada con
elegantes tintineos con cada click de ratón. Hexcells Infinite es un juego para
ser paladeado despacio, muy sosegadamente, mientras estrujamos el cerebro en
cálculos mentales cada vez más enrevesados, pero que tienen la capacidad de
hacernos olvidar cualquier cosa y nos permiten centrarnos en la pura
satisfacción de resolver un problema complejo.
Llegados a este punto, muchos se preguntarán qué tiene que
ver todo esto con Tametsi (2017), el juego más relajante de 2019. Pues, de manera
similar a cómo podemos decir que Hexcells Infinite es una versión magnífica de
Buscaminas, Tametsi es una versión más difícil de Hexcells Infinite. La
mecánica es exactamente igual, y hereda muchos de los rasgos de los Hexcells,
pero en Grip Top Games le dan una vuelta de tuerca más al mismo concepto para
volverlo más enrevesado todavía: más colores, más tipos de celdas, más trampas
lógicas y giros demenciales. Tametsi continúa el camino justamente donde
Hexcells lo deja, y aunque por desgracia abandonó también su estilo visual
agradeble y acogedor, mantiene la misma capacidad de atrapar tu mente y
llevarla muy lejos del mundo. Algo que, antes o después, resulta siempre
necesario y de agradecer.

Premio Waznei 2019: Candidatos

Una vez más se acerca el fin de año, y una vez más me veo en
la situación de tener que decidir cuál de todos los juegos a los que he jugado
por primera vez en 2019 se merece el galardón más prestigioso que existe en el
mundo del entretenimiento digital: el Premio Waznei.
Como quedó establecido en la edición inaugural, es candidato
al premio cualquier juego que se haya jugado por vez primera durante el año, independientemente
de su fecha de publicación original.  Aunque
es la única postura razonable que se puede tomar teniendo en cuenta que el jurado
no se dedica profesionalmente a jugar videojuegos, y por tanto no está en
situación de evaluar todas las grandes publicaciones del año (no digamos ya los
lanzamientos menos comerciales), es un criterio que ha levantado cierta
polémica en algunos ámbitos por la inclusión de juegos de años anteriores. No
me parece grave, ya que estamos acostumbrados a que las temporadas de premios
no coincidan con el año natural (juegos, discos y películas publicados al final
de un año generalmente se incluyen en los premios del año siguiente), y mi
costumbre de estar al día de las novedades sesga mi lista de candidatos hacia
los juegos más recientes. Pero además, hoy en día el año de publicación de un
videojuego es un dato muy relativo e incluso anecdótico. En pleno auge de los
juegos como servicio, los early access, los pases de temporada, las actualizaciones
y los DLC (gratuitos o no), ¿qué versión de un juego debemos considerar como la
“original”? ¿Es Slay The Spyre un juego de 2017 (cuando se lanzó), de 2018 (cuando
yo lo jugué, en un estado que perfectamente podría definir como “completo”), de
2019 (cuando salió de early access y fue lanzado oficialmente) o de 2020 (cuando
se incorporará un nuevo personaje y se añadirán trofeos, reliquias, cartas, enemigos,
gráficos y un reequilibrio de las cartas)? ¿Y qué pasa con Street Fighter V? Se
lanzó en 2016 con 16 personajes y sin modo de juego para un solo jugador. Para
2017 se habían añadido 6 personajes más, varios modos de juego y se habían
rebalanceado los personajes. En 2018 el juego se transformó en Street Fighter
V: Arcade Edition
, con más personajes, nuevas mecánicas y un nuevo rebalanceo.
Para 2020 está anunciado Street Fighter V: Champion Edition, con… bueno, ya
veis por dónde voy.
El día en que nos encontremos con que el Premio Waznei lo va
a ganar una joya oculta del año 1987, puede que haya que plantearse crear una
categoría especial para clásicos, pero no la veo necesaria de momento, teniendo
flexibilidad y utilizando el sentido común.
Sin más fanfarria, vamos a revelar ya la lista de candidatos
de este año, en riguroso orden cronológico, para en los próximos días ir
comentando poco a poco los más interesantes y, llegado el momento, el ganador
final. Ahí van:
Heat Signature (2017)
Yakuza 0 (2015)
Celeste (2018)
Blast Zone! Tournament (2018)
Moonlighter (2018)
Sunless Skies (2019)
Tametsi (2017)
Baba Is You (2019)
Do Not Feed The Monkeys (2018)
Mutant Year Zero: Road To Eden (2018)
PES2019 (2018)
Heaven´s Vault (2019)
Imperator: Rome (2019)
Sorcery! Parts 1&2 (2016)
Wandersong (2018)
Minit (2018)
Bloodstained: Ritual of the Night (2019)
Battletech (2018)
Valkyria Chronicles (2008)
Her Story (2015)
Oxygen Not Included (2019)
LUFTRAUSERS (2014)
Dicey Dungeons (2019)
Shortest Trip To Earth (2019)
Telling Lies (2019)
GRIS (2018)
Tyranny (2016)
Earthbound (1994)
Dishonored (2012)
Wilmot´s Warehouse (2019)
Eliza (2019)
Stygian: Reign of the Old Ones (2019)
Castlevania: Bloodlines (1994)
Comix Zone (1995)
Darius (1987/2019)
Disco Elysium (2019)
Unity of Command 2 (2019)
Football Manager 2020 Touch (2019)
Caveblazers (2017)
Soul Calibur VI (2018)
Full Metal Furies (2018)
Red Dead Redemption 2 (2018)
Regular Human Basketball (2018)
Y aquí está la lista de los 44 contendientes, 6 más que en 2018. Igual que el año pasado con la Super Nintendo Mini, este año he
disfrutado de un bonito revival de las 16Bits con la Mega Drive Mini, de la
cual aún tengo algún juego por probar que, quién sabe, tal vez entre en 2020.
Aparte de eso, ha sido un año muy centrado en juegos narrativos, con gran peso
de visual novel, aventura gráfica y rpg, que me han dado bastante en qué
pensar, como habréis visto si habéis leído mi rimbombante ensayo sobre la
evolución de las aventuras. Puzzles, roguelikes y estrategia no suelen faltar
en mis listas, y bien servido estuve todo el año. También hay fútbol en sus dos
vertientes, algún party game, plataformeo intenso, y algunos blockbusters de
acción 3D y gráficos espectaculares. Ha sido, una vez más, un buen año
videojueguil, y ahora toca empezar a repasarlo.