Premio Waznei 2018: Menciones Especiales (3)

Sigo repasando lo mejor del año 2018 en materia videojueguil. Ahora le toca a…

La Mejor Experiencia Multijugador: Overcooked

El campeón en la categoría de multijugador ha estado muy
reñido, porque ha sido un año de buenas sesiones pachangueras, casi siempre en
multi local, como tiene que ser. Mario Kart 8 siempre es un valor seguro en
estas lides, y buenas tardes con el Keep Talking And Nobody Explodes! hemos
tenido. Otros contendientes como PES18, Invisigun Heroes y Nidhogg 2 aportaron
su cuota de diversión. Party Saboteurs me ha parecido muy original y pone sobre
la mesa algo diferente, pero creo que le falta un mejor acabado. El Smash Bros
tiene el hándicap de haber salido muy recientemente y todavía no he podido
explorarlo en profundidad. Me reservaré el derecho de rescatarlo como candidato
para 2019 si lo estimo oportuno, aunque mis primeras impresiones han sido
francamente negativas. Y por supuesto, he seguido jugando a clasicazos como
Towerfall: Ascension, que quizá se hubieran hecho con esta distinción de haber
empezado a otorgarla antes. Al final, teniendo todo en cuenta, el rey
indiscutible del multi en 2018 ha sido, sin ninguna duda, Overcooked.
Overcooked no funciona solo como un juego de enfrentamiento
entre jugadores, aunque también puede jugarse así con maravillosos resultados:
pocas cosas son tan satisfactorias como robar un plato listo a un rival
despistado y servirlo tú. Pero donde el juego brilla es en la campaña
cooperativa, donde hasta cuatro jugadores tienen que ponerse manos a la obra en
la cocina para sacar los platos que van encargando los clientes, viajando por
el tiempo y entrenando sus habilidades culinarias para estar listos cuando
llegue El Gran Devorador y poder salvar al mundo de la destrucción total. Está
claro que el juego no necesitaba este argumento delirante, pero desde luego es
mucho mejor así.
Los niveles son variados y divertidos, y escalan perfectamente
a dos, a tres o a cuatro jugadores sin perder un ápice de jugabilidad. La
mecánica es muy sencilla y el juego es accesible y fácil de manejar, por lo que
es muy fácil enganchar a cualquiera, sea cual sea la destreza que tenga con el
pad en la mano. Esto es la clave del éxito del juego, ya que consigue  poner la atención del jugador en donde el
juego quiere: no está en cómo hacer las cosas que uno quiere, sino en la
decisión de qué cosa hacer y cuándo, en la coordinación con los otros jugadores.
Además, la curva de dificultad es desafiante y está muy bien ajustada, porque a
pesar de que muchas veces toca repetir los niveles para conseguir las estrellas
necesarias para continuar, no resulta frustrante y los reintentos siempre se
llevan a cabo con ganas.
Este mismo año (bueno, en realidad ya el año pasado) Ghost
Town Games han lanzado Overcooked 2, que según puedo leer por ahí, es básicamente
más de lo mismo. Normalmente sería la típica continuación que no me aporta
nada, pero cuando “lo mismo” es de algo tan genuinamente divertido, seguro que
caerá también antes o después.

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